Primero, tomemos un momento para hablar sobre los Estados Unidos de América. La economía más grande del mundo. El militar más poderoso del mundo. La única superpotencia restante.
Ahora, hablemos de esta chica:
Se llama Nayirah y testificó frente al Comité de Derechos Humanos del Congreso en octubre de 1990. Esto es lo que Wikipedia tiene que decir:
En su emotivo testimonio, Nayirah declaró que después de la invasión iraquí de Kuwait había presenciado a soldados iraquíes sacar bebés de las incubadoras en un hospital kuwaití, tomar las incubadoras y dejar que los bebés murieran.
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El testimonio fue ampliamente publicitado y fue citado en numerosas ocasiones por los senadores de los Estados Unidos y el presidente estadounidense en su justificación para respaldar a Kuwait en la Guerra del Golfo.
Como resultado directo de este testimonio, el ejército de los Estados Unidos entró en acción, y así comenzó la Primera Guerra del Golfo.
Solo una dificultad técnica menor.
El apellido de Nayirah era al-Ṣabaḥ (en árabe: نيره الصباح) y que era hija de Saud Al-Sabah, el embajador kuwaití en los Estados Unidos. Además, se reveló que su testimonio se organizó como parte de la campaña Ciudadanos para una relación pública de Kuwait Libre, que fue dirigida por Hill & Knowlton para el gobierno kuwaití.
Sí, todo fue un truco de relaciones públicas. Ficción de principio a fin. John R. MacArthur, autor del Segundo Frente: Censura y propaganda en la Guerra del Golfo, ha señalado que “en ese momento, fue la campaña de relaciones públicas más sofisticada y costosa jamás realizada en los Estados Unidos por un gobierno extranjero”.
Ver Nayirah (testimonio) para más detalles.